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NOSTALGIAS

Cada día un viaje. Reconocimiento de una naturaleza nómade. Asimilación de un sentimiento esencialmente inconformista. El inquebrantable peso del eterno retorno produce vértigo. Vértigo cuando se infiltra en el cuerpo la palabra olvido. Me sumerjo en esas aguas que caen desde el infinito para limpiarme. Hundo mi corazón en el frío doloroso de la nostalgia...pero no me ahogo. 

 

Por qué un día, uno parte? Me pregunto intensamete al contemplar las paredes ajenas entre las cuales se teje mi inquieta existencia y, en medio del silencio, rugen los ecos de carcajadas luminosas que se burlan de mis propias carencias. Río yo también histriónicamente sobre el cadaver de mi extensa adolescencia y pongo flores perennes en mi altar, prendo velas y canto un réquiem en tonos menores, sabindo que un día, cuando acaben las tormentas, me levantaré por fin hecha una mujer. 

SÉPTIMAS DE UNA NEGRA AUSENTE

Se va, se va, agárrenla que se va. Agárrenla que no sabe donde anda, agárrenla que el corazón se me espanta. Agárrenla mierda. que se puede perder la negra, en la oscuridá. 

 

Cinco pilchas se llevó la negra. Cinco pilchas, nada más. Y un violincito viejo para ver si aprendía a tocar. 

 

¿Dónde estás negrita chica? Ya no oímos tu cantar. Tení agua pa la sopa? Sino de aquí te la podimos mandar. 

 

Ay negrita trotadora, la vida sigue rodando igual. Cruza no más tus charcos que aquí hay varios más pa saltar. 

 

Pero no te olvides nunca que todo lo que en tu corazón está, la sangre que salta en tus venas, la esencia de tu verdá, viene todo del mismo sitio y merece tu bondá.

SINDROME DE INSATISFACCIÓN

¿Cuál será esta ley que rige nuestras vidas? Trato de verla y no la encuentro, pero siempre está ahí pa salvar la quemá. 

 

¿Porqué será que siempre llego como a la cola de lo que tuvo que pasar? Cual será mi rol en esa historia de procesos que nunca terminan de acabar? ¿Será que soy alma decadente, vagabunda sin cesar? ¿O es que habré nacido un poco tarde no más? 

 

No es reclamo, sino curiosidá. A mí la vida harto me ha dado. De nada me puedo quejar. 

 

¿Dónde me lleva este barco, sus velas extendidas en alta mar? 

 

Dónde voy caminando sin camino, cojeando destinos? 

 

Despierto sudada de ansiedades, mojada la frente de temores. apretado el vientre de olvidos. 

 

¿Dónde vas niña de mujer colmada, extendiendo tu cuerda entre los abismos? 

 

Ponte tus alas y vuela. Vuela tan lejos que nadie te pueda encontrar y construye tu nido en una estrella, donde tranquila puedas cantar. 

 

TU LUZ

Tu luz, pupila extendida en mi firmamento, penetró mi corazón amargo. Perdida en tu altamar nocturna, borracha en el vaivén de mi deseo, olvidé la nieve que esperaba mi regreso, y cuando miré hacia atrás tu tren ya se había perdido en el otoño y nunca nos dijimos adiós. Me voy llendo sin ti pero contigo, me voy para siempre y no vuelvo, me voy pero ya no te olvido más. 

PERDI EL TREN

LLoro porque tengo rabia. Lloro porque tengo pena. Lloro porque la angustia se apodera de mis ideas. Lloro en llanto. LLoro en canto. Lloro llorando canturreando. 

 

Perdí el tren en la partida, me he quedado sin salida. 

Esperando en ciudad perdida, sin dinero, y sin comida. 

 

Cinco minutos bastaron. Cinco minutos no más.

Pasó el tren a mi lado. Yo no lo supe tomar. 

 

Perdí el tren por inmigrante. Por cara de india viajante. Pobre negrita cantante. Hay que aprender a enfrentarse. 

 

Perdida en ciudad perdida. Solita sin pan ni bebida. 

Perdida en ciudad perdida. París no quiso ser mi amiga. 

 

Las tejas antiguas me miran. Preguntan quien es la niña que pasea sin saber qué mira y habla mal nuestra lengua querida. 

 

Quisiera ser ave sin nido.  Quisiera alcanzar el sonido. Quisiera festejar con un vino que las multitudes aclamen mi destino. 

 

Pero enfin soy una simple inmigrante, en tierra de reyes y estantes. 

 

Al fin soy una simple inmigrante, soñando destinos brillantes. 

 

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